domingo, 16 de mayo de 2010

EL HIPOCONDRÍACO MARTINCHO

Martincho se encontró un día con su mejor amigo. Él le notó que estaba muy claramente asombrado. Por eso le preguntó:
-Oye Martincho, ¿a qué se debe tu asombro?
Él contestó:
-Estoy muy preocupado. Creo que hay algo que no marcha bien en mi mujer.
Su amigo replicó:
-¿Qué pasa con tu mujer? Parece perfectamente sana.
Pero Martincho declaró:
-Hay algo raro en ella. ¡Nunca va al médico!
Entonces su amigo dijo:
-¿Qué hay de malo en ello?
Y el hipocondríaco contestó:
-Yo acudo regular y religiosamente al médico para hacer mis consultas, pero ella casi nunca lo hace.

 
No todos pueden hacer las mismas cosas… La Existencia es siempre creativa.
 
 
Khishka

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