La esposa exclamó:
- Martincho, ¿te has vuelto loco? ¿Dónde diablos vamos a meter al mono?
Martincho, muy naturalmente, contestó:
- No te preocupes, dormirá en la cama con nosotros, eso no es problema.
Entonces la señora preguntó:
- ¿Y el olor, qué…?
Martincho dijo:
- Si yo he podido soportarlo durante cuarenta años, él se acostumbrará pronto.
En cualquier cosa, una vez que te acostumbres será difícil desembarazarte. No te darás cuenta que eres un esclavo.
Khishka
No hay comentarios:
Publicar un comentario