domingo, 13 de diciembre de 2009

EL AMULETO DE MARTINCHO


Martincho lo perdió todo en un juego de casinos. Intentó en todos los puestos pero todo acabó siendo un desastre.

Al final todo lo que le quedó fue una moneda de cincuenta centavos bien incrustado en su bolsillo. Mientras caminaba por la calle lanzaba hacia arriba imaginando volver a hacer otra apuesta. Pero en un de esos intentos la moneda cayó en la rejilla de un acueducto que, justo, pasaba por media calle. Martincho se lanzó a recuperarla sin pensarlo dos veces. Sin embargo, justo en ese momento, vino un taxi, lo atropelló y fue llevado al hospital inmediatamente por que tenía una pierna rota.

En unos meses fue dado de alta y, con la indemnización recibida del seguro, volvió a los casinos. Recordando el suceso del atropello, volvió a ver la rejilla del acueducto donde había perdido la moneda de cincuenta centavos. Se puso a mirar si podía aún recuperarla pero, en ese momento, vino otro taxi y lo atropelló. Otra vez con una pierna rota fue conducido al hospital.

Cuando llegó al hospital, averiguaron todo cuanto le había sucedido una vez más, y la doctora exclamó:
-¡Cómo es posible que le hayan atropellado dos veces en el mismo sitio! ¿Y qué demonios hacía otra vez en esa miserable rejilla de acueducto?
Martincho explicó:
-Era mi amuleto de la suerte. No quería perderlo.

La gente siempre está detrás de infinidad de cosas. ¡Descansa un poco!

Ohslho

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